“Las TIC son poderosas herramientas para apoyar la comunicación tanto dentro de los grupos de aprendizaje como fuera del salón de clase”.
(UNESCO. 2004)
(UNESCO. 2004)
Resumen
El Chat y el e-mail son herramientas tecnológicas que hacen posible la interacción bidireccional entre alumno-profesor fuera del aula, misma que es demandada por los estudiantes en algunos modelos educativos, como el del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), en los que se promueve un aprendizaje centrado en el alumno y en donde los docentes fungen como orientadores y compañeros, en una relación de mayor interacción.
Dentro de las ventajas comunicativas que brindan estos medios, destacan: la posibilidad de apoyar y motivar a los alumnos que están en peligro de deserción, reconocer a aquellos cuyos logros son significativos, así como brindar asesorías para realizar actividades extra clase.
En el caso concreto del CCH, hay evidencias que motivan a pensar que existen las condiciones para implementar su uso.
Hablar del chat, suele sonar a un medio ideal para la comunicación con amigos, familiares y hasta con desconocidos, al igual que el e-mail, con la diferencia que éste también se asocia como una de las herramientas más usadas en el mundo del trabajo, con la diferencia que permite el intercambio de documentos. Pocas veces se les relaciona con el ámbito educativo, algunos pensarán ¿para qué usar estas tecnologías con los alumnos si los veo en el salón de clase?, o ¿cómo usarlas?, sin embargo, el uso de medios en la educación presencial es ya una realidad a pesar de que hace algunos años se limitaba a la formación a distancia.
Ahora se ha incorporado su uso, ya que entre otras ventajas facilitan la comunicación alumno-profesor fuera del aula, misma que permite que el estudiante se sienta orientado y acompañado en su proceso de aprendizaje, por su parte, los docentes pueden emplearlos para orientar, motivar y apoyar académicamente a los estudiantes que lo requieran.
Para poder circunscribir, en el presente escrito, la factibilidad de estos medios en el modelo educativo presencial, primero se hace un breve recuento del paso de la comunicación unidireccional entre el alumno-profesor, característico del modelo tradicional de la enseñanza, a la interacción bidireccional en los nuevos modelos educativos como el del Colegio de Ciencias y de Ciencias y Humanidades (CCH), a partir de lo cual se habla de la trascendencia que puede tener para tal fin el uso del chat y el e-mail como herramientas facilitadoras de la comunicación alumno-profesor fuera del aula, tema central del ensayo.
De la comunicación vertical a la bidireccionalidad
A lo largo de la historia la concepción y rol del docente dentro del aula ha cambiado, misma que ha determinado la forma en que este se relaciona con el alumno. Se ha transitado, como refieren Remolina, Vásquez & Calle (2004), del concepto griego de “maestro”, poseedor de la verdad y del conocimiento, centro de la educación y encargado de enseñar, mientras el condiscípulo se limitaba a recibir de éste los conocimientos que le transmitía y “aprendía”, en una actitud pasiva y bajo una relación vertical de autoridad, restringiendo la comunicación a la trasmisión de la información del profesor al alumno; a un nuevo rol caracterizado por el humanismo y compromiso educativo. En esta nueva tendencia se encuentran modelos como el del CCH, en el que es un importante elemento del proceso de aprendizaje deja de ser el centro de la educación.
Ahora el docente se ha convertido en el facilitador y compañero del proceso de aprendizaje del alumno, lo que ha exigido nuevas formas de comunicación entre uno y otro. Ahora el profesor, consciente de que su labor no se limita a la transmisión de conocimientos, sino a ser el guía, orientador y facilitador; este mayor acercamiento, se refleja en relaciones comunicativas distintas a las del modelo tradicional de la enseñanza, tendientes a lograr una interacción bidireccional.
En consecuencia en el CCH, al igual que en otras instituciones educativas insertas en los nuevos modelos educativos promueven una comunicación recíproca entre maestros y estudiantes, caracterizada por la libertad y el derecho de expresarse por igual. De manera que, se han abandonado las “…viejas formas de autoridad por nuevos métodos más comunicativos, más democráticos…” (Rowe, 1994, cit. En. Ballesta, 2000). De ahí la importancia de explotar los nuevos canales de comunicación que abren las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), en especial, las referidas a la Internet.
“Internet es un canal plural y heterogéneo donde conviven diversos medios de producción, edición, publicación y difusión electrónica (web, correo electrónico, chats, foros, listas de correos, grupos de noticias, etc., cada uno con fórmulas particulares, de interacción e intercambio de información (interfaces o interficies), que abren un amplio abanico de opciones de comunicación aún por explorar. (Monereo. 2005)
Dentro de ellas, el chat y el e-mail, son medios que por su facilidad de uso e inmediatez en la comunicación permiten asesorar y orientar a los educandos al realizar una actividad específica fuera de clase, además de ser excelentes vías de comunicación a través de las cuales también pueden expresar las inquietudes y emociones, que suelen afectar su desempeño escolar.
Algunos estudios, demuestran que el uso de estos medios no es nuevo, sin embargo, la mayoría de las veces se ha limitado al envío de tareas como lo demuestra el estudio “El uso de la computadora por parte de docentes de escuelas municipales de la ciudad de Córdova”, (2004), que reporta que el 51% de su planta docente ocupa el correo para con sus estudiantes, para este fin.
La comunicación oportuna fuera del aula
Sin lugar a dudas hay quienes se muestran escépticos en el uso educativo de las TIC, en especial del chat y el e-mail, debido a que con frecuencia se les asocia como medios de comunicación informales y de diversión.
Estos argumentos tienen cierto grado de verdad, sin embargo, hoy por hoy, se ha demostrado que los alumnos requieren de motivación, orientación y apoyo para cumplir con los requerimiento educativos, aún fuera de clase, mismos que pueden satisfacerse a través de una comunicación oportuna usando estas tecnologías. En el CCH, por ejemplo, ¿Qué profesor puede negar que ha sido abordado por algún alumno que tiene dificultad para cumplir con alguna actividad?, o que al llegar al salón y solicitar la tarea, más de uno diga, maestro no entendí, tuve dudas en…, etc. Y no por falta de claridad en las instrucciones proporcionadas en clase, sino porque gran parte de las dudas a las que todo educando se enfrenta, se presentan al momento de realizar por si solo una tarea o al aplicar los conocimientos adquiridos.
En ese sentido, el hecho de tener un espacio y tiempo para interactuar fuera del horario de clase, permite la comunicación recíproca, misma que promueve un mejor rendimiento académico, pues a través de estos medios los estudiantes tienen la posibilidad de solicitar asesorías específica sobre alguna actividad que no les haya queda clara o sobre dudas referentes a qué y cómo entregar determinada tarea.
Ya en lo particular, el chat y el e-mail brindan otras ventajas específicas de uso: el primero cuya denominación completa es Internet Realy Chat (IRC), es una “Herramienta de comunicación que permite la interacción entre varias personas que se encuentran conectadas a Internet a la misma hora sin importar el lugar geográfico donde se encuentren físicamente”. (Universidad Veracruzana. S/F). De ahí que una de sus posibilidades de uso es el asesoramiento de varios alumnos, máximo cinco, para la elaboración de proyectos específicos, ya que no es necesario coincidir en el mismo espacio, basta con acordar la hora en que se pueden conectar a la red y listo, se les puede contestar preguntas o bien promover que entre ellos las resuelvan, motivar y hasta enviar documentos. Además, no es necesario comprar ningún software especial, basta con descargar de la red alguno gratuito y ya, el Messenger que ofrecen Hotmail y Yahoo sirve para este fin.
Ahora bien, para los que creen que el usar el chat con los estudiantes se presta a recibir ofensas por parte de éstos o bien que es una actividad poco formal, les animará saber que el uso educativo de estos medios, tal como lo menciona Roquet (2004), esta regido por normas que establecen, por ejemplo, el uso de un lenguaje coloquial, pero respetuoso; y reglas específicas que indican que antes de cada sesión es necesario plantear el objetivo de las charlas, si va hacer para asesorías, para discutir sobre un tema, etc. Cabe señalar, que también existen algunas otras recomendaciones a tomar en cuenta como: el acordar el tiempo que durará la sesión virtual, ya que no se requiere estar pegado al ordenador; esto para algunos es visto como una desventaja, pues creen que al establecer una hora determinada, excluye a los que no puedan cumplirlo. Pero, ¿acaso no hay también una horario fija para acudir a clase?
En este sentido las sesiones de chat al igual que las presenciales exigen de los participantes compromiso de “llegar a la cita”. Sólo hay que agregar, que para lograr sesiones de chat exitosas es de suma importancia dar a conocer a los participantes tanto las normas como las reglas de participación con antelación.
En cuanto al correo electrónico o e-mail, es un medio asincrónico, al igual que las listas de distribución, los debates telemáticos, los foros, entre otros. Por consiguiente permite una comunicación diferente a la del chat, al no requerir que emisor y receptor estén en tiempos y espacio iguales, razón por la cual es el medio más usado para los asuntos personales y laborales de los docentes, sin embargo, pocos se atreven a usarlo con sus alumnos, porque temen que les invadan su privacidad, en cuyos casos la solución es abrir una nueva cuenta de correo específica para dicho fin.
Ahora bien, hay quienes se niegan a usarlo porque creen que “La comunicación electrónica incrementa el sentido de soledad ante el resto de interlocutores, ya que no vemos quien está ahí en ese momento…” (Pérez & Garcías, 1997, cit en Cabrero. S/F), o porque califican a esta comunicación de fría por no existir contacto humano. Pero, ¿no se sentirá más solo el alumno lleno de dudas al no saber como iniciar un proyecto determinado?, por qué no aprovechar la rapidez de la comunicación a través del e-mail para darle certidumbre al alumno de que está acompañado en su proceso de aprendizaje.
Incluso el uso del correo también permite apoyar a alumnos de bajos recursos que al no poder pagar las copias del material de clase, dejan de asistir o bien se atrasan ¿por qué no enviárselos digitalizados, dándoles la posibilidad de que lo lean en pantalla?; también es útil promover la entrega de tareas en formato digital y retroalimentarles por la misma vía, lo que se puede aplicar a cualquier alumno. Recuérdese que uno de los grandes retos educativos actuales es atender la individualidad de los estudiantes “…que demanda la adecuación de la respuesta pedagógica a las diferencias humanas.” Pérez. (2005) y, vaya que en el CCH se dan esas diferencias, así como hay educandos que requieren tan sólo de una orientación, otros requieren el afecto y un apoyo académico y/o personal extra.
En este sentido, conviene recordar la frecuencia con la que los estudiantes denotan la necesidad de ser escuchados y sentir que le importan a alguien, motivo por el cual les será muy significativo recibir un correo de su profesor en el que se le exprese, por ejemplo, que se le esta esperando en la clase, que le preocupa que no ha asistido a varias sesiones, etc. quizá esto se observe irrelevante, sin embargo, para el estudiante que se siente ignorado suele tener una connotación positiva. De esta forma los medios también permiten acercar a los distantes.
Cabe aclarar, que en el modelo presencial del CCH, la comunicación a través del chat y el correo, sería complementaría a la interrelación que se da en el salón de clase y que lejos de que estos medios impidan el contacto humano, es a la inversa, muchas veces es más fácil que el alumno tímido se anime a preguntar teniendo como intermediario a la computadora, que frente al grupo en que se puede sentir observado, en cuyos casos lo recomendable es consolidar y reafirmar en el aula aquel acercamiento que se haya dado a través de éstas tecnologías, por incipiente que este haya sido.
Factibilidad de uso
¿Será factible el uso del chat y el e-mail con los alumnos del CCH?, ¿sabrán usar estas herramientas?, ¿contarán con computadora y servicio de Internet? Todo indica que si, dado que, los datos de la última encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, (INEGI) de septiembre de 2008, sobre el uso de las TIC en México demuestran que. “La población joven del país predominó en cuanto al uso de las TIC´s, entre los usuarios de computadora: los de 12 a 34 años representaron el 64.4% del total, mientras que entre los de Internet, el mismo grupo llegó a 70.0%.” Tendencia que se confirma con los resultados del último informe sobre el Perfil de ingreso y trayectoria de los alumnos del CCH de Ciencias y Humanidades, generación 2007, que señala que el 52% de los estudiantes cuenta con computadora en casa, además de que el 54% usa el Internet. Aunado a lo anterior la misma experiencia docente permite comprobar, que conforme el alumno avanza de semestre esta tendencia de acceso a estos medios se generaliza, aún cuando no cuenten con computadora e Internet en el hogar. Lo que se puede explicar, entre otras razones, por el hecho de que aquellos alumnos que no cuentan con recursos en casa, acceden a ellos en las instalaciones del CCH, ya que, cada plantel cuenta de salas de cómputo con servicio de Internet y de acceso gratuito y libre.
No obstante, las ventajas de uso de estas herramientas en la educación presencial y su factibilidad entre alumnos y profesores del CCH, es necesario aclarar que por si mismas no garantizan una mejora en la calidad educativa, como lo acota Pérez (2005), ésta no depende de los medios disponibles sino de la calidad de los proyectos educativos, en donde los medios son herramientas facilitadoras al servicio de los objetivos educativos específicos. De ahí la necesidad de circunscribir el uso de estos a los objetivos de los planes de estudio particulares.
En conclusión, el uso del chat y el e-mail son medios altamente explotables en el ámbito educativo del CCH, entre otras razones, porque permiten atender diferentes necesidades comunicativas de los estudiantes como: asesorías, retroalimentaciones sobre tareas específicas y contactar al docente cuando lo requieran. En el caso del primero se recomienda determinar en que momentos del semestre se abrirá el espacio, estableciendo objetivos, formas de participación y horario del enlace virtual, por el contrario, para el uso del correo electrónico se sugiere considerarlo como medio de comunicación permanente, en el entendido que se deberá dedicar un tiempo específico para contestar con oportunidad los mensajes.
Referencias:
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